No hablamos el mismo idioma
La importancia de generar un buen entorno y de tener una buena mentalidad.
En todo producto hay obstáculos a los que enfrentarse, pudiendo valorar la mejor manera de solucionarlos entre todas las opciones posibles, y hay que abordarlos con una buena priorización porque, como sabemos y hemos leído muchas veces, si todo es prioritario, nada realmente lo es.
Voy a contar una historia real sobre cómo nos hemos enfrentado a los obstáculos focalizados sobre una comunidad de personas.
¿Estamos seguros de que todos hablamos el mismo idioma?
Primero de todo, ¿cuál es exactamente la definición de comunidad?
Conjunto de personas vinculadas por características o intereses comunes.
Para que estas características e intereses sean compartidos tenemos que poder hablar de lo mismo. Es decir, que hagamos referencia y definamos ciertos términos para asegurarnos que estamos hablando el mismo idioma. Básicamente, entre todas las personas implicadas, dar lo que llamamos contexto y garantizar que todos compartimos el mismo.
A partir de aquí, podemos intercambiar opiniones y puntos de vista diferentes que nos enriquecerán para cuestionar continuamente nuestra visión de las cosas, además de tener una mente abierta.
Mi vivencia consta de una comunidad de personas trabajando en producto con un contexto diferente y mentalidades en puntos diversos. Claramente, una oportunidad de transformar nuestra manera de pensar, aprender haciendo y darnos cuenta de la necesidad de este grupo de personas: adquirir el contexto para partir de la misma base y que nos lleve a estar en el mismo libro. Incluso entre ciertos grupos de personas de la comunidad, podríamos llegar a estar en la misma página del libro.
¿Por qué es tan importante partir del mismo contexto?
Como decía, es la necesidad de este grupo de personas. Si lo enfocamos desde una perspectiva de producto, es la necesidad o problema del usuario, la cual intentaremos ir resolviendo evaluando las mejores opciones buscando entre todo lo que esté en nuestra mano.
Entrando en materia, en el caso comentado, estábamos personas de una organización que están o piensan que están trabajando en producto.
¿Por qué que “piensan que”?
Porque no nos habíamos parado a definir ni si quiera lo más básico: lo que entendíamos por producto y las responsabilidades que se suponía que teníamos como Product Managers.
Al trabajar todos en diferentes dominios diversos, perteneciendo a equipos diferentes, nos dimos cuenta de que aún teníamos que seguir transformando nuestra mentalidad también. Además, no todos nuestros managers comprendían cuáles eran nuestras responsabilidades ni las competencias que debíamos desarrollar.
¿Cómo superamos estos obstáculos?
Realmente, es un camino de aprendizaje continúo por tanto, seguimos probando para superarlos a base de prueba y error, ¡cómo buenos Product Managers!
En primer lugar, hemos abordado ese contexto, definiendo conceptos básicos como:
Qué entendemos por producto
Qué no entendemos por producto
Cuáles son las responsabilidades de un Product Manager
Una vez preparada esta base, hemos probado a hacer un primer diagnóstico de dónde se encuentra cada persona de la comunidad frente a producto y hemos empezado a dar la visibilidad a cada perfil que rodea la comunidad para seguir generando un entorno que comprenda producto desde los mismos cimientos.
¿Qué nos ha permitido ir progresando durante este camino?
Destaco como valor principal, la colaboración. El unir fuerzas entre nosotros y comenzar a trazar un plan conjunto para un objetivo común.
Si afrontamos la necesidad juntos, escuchándonos y dándonos visibilidad, conseguiremos avanzar y solventar, al menos algunos, de estos obstáculos. Por eso, por muy diferentes que puedan ser nuestras opiniones frente a temas específicos, para generar un buen entorno con la buena mentalidad, deberíamos tener en cuenta tres puntos clave:
1. Garantizar la base. Es decir, asegurarnos que hablamos de lo mismo, que partimos del mismo punto y que cada una de las personas impactadas conocemos una definición similar de los términos básicos.
2. Abrir la mente. La percepción de que no todo el mundo tiene que pensar igual y pararte a escuchar cada opinión es muy importante para hacer ese “click” y contrastar con la nuestra.
3. Respeto. Tanto por los demás, no obcecándonos con que lo nuestro es la verdad absoluta y pensando en la posibilidad que puede que alguien nos muestre otros enfoques apasionantes, como por nosotros, teniendo en cuenta, al mismo tiempo, que no debemos desestimar nuestra opinión ni nuestra intuición ya que, nos dará ese punto de cuestionamiento.
Aunque sé que parece obvio, no siempre se tiene en cuenta cada uno de estos puntos en este tipo de situaciones. Yo misma, no siempre he garantizado el contexto antes de iniciar un debate o de pedir una opinión y, me he dado cuenta de que, para la persona o grupo que tienes en frente, no es fácil responder o mostrar su percepción del asunto sin ese punto de partida y ese entorno agradable de escucha.
En resumen, y basándome en mi experiencia, para que todas las personas de una comunidad tengan el mejor escenario como base, el contexto lo es todo.
Primero, hablar el mismo idioma, o como me gusta decir, “estar en el mismo libro” para tener la opción de tener debates enriquecedores con los que descubrir otros puntos de vista sobre diferentes temas y aprender cuestionando el nuestro. Con este paso, garantizamos un buen entorno, que es esencial, y dejamos en manos de cada persona el trabajo personal de adquirir una buena mentalidad y, aprovechar cada situación que se presente o los obstáculos que surjan, como oportunidades.
¡Muchas gracias por compartir estos pensamientos, María! Sabes lo mucho que comparto tu punto de vista y es un goce saber que hay alguien al otro lado que no sólo "habla el mismo idioma", sino que también comparte principios.
Conseguir que todo el equipo, sobre todo si el punto de partida es muy heterogéneo y divergente, es una labor que parece que no tiene retorno; pero que una vez consigues que se siente una base, la riqueza, efectividad y eficiencia de cada interacción hace que todo el esfuerzo previo haya merecido la pena.
Un abrazo y muchos ánimos para que sigas compartiendo este tipo de reflexiones.