Product Engineers: El Secreto Mejor Guardado de las Startups con Buena Cultura de Producto
Descubre cómo transformar a tus ingenieros en aliados para que tu equipo de producto esté realmente empoderado.
El mundo tecnológico moderno clama por una nueva clase de profesionales: los Product Engineers. Pero, ¿qué significa exactamente ser un Product Engineer y por qué son vitales en la industria tecnológica actual? ¿Por qué hablamos de esto en una newsletter de producto? Para entenderlo, déjame compartirte algunas experiencias que tuvimos en Ontruck.
Experiencias de Ontruck
Corría junio de 2016 y aún recuerdo claramente el momento en que un desarrollador nos presentó el formulario de un nuevo pedido de Ontruck. El diseño no se parecía en nada a lo que habíamos estado probando y mejorando con los usuarios durante semanas. Este incidente nos hizo reflexionar sobre la importancia de tener ingenieros que entiendan y valoren el diseño del producto.
Unos años más tarde, nos vimos atrapados en un retraso considerable en un MVP de un nuevo producto. El problema fue que un desarrollador estaba empeñado en utilizar una nueva tecnología, en lugar de aprovechar el stack que ya teníamos. Este escenario nos hizo cuestionar el equilibrio entre la implementación de nuevas tecnologías y la eficiencia del desarrollo de productos.
A lo largo de los años, experimentamos los altibajos de trabajar con diferentes tipos de ingenieros. Reafirmamos que el éxito no siempre depende de la habilidad técnica, sino que a menudo se trata de una combinación de habilidades, mentalidad y valores. En base a estas experiencias, en Ontruck decidimos definir los valores que buscamos en nuestros ingenieros de producto.
Valores de un Product Engineer
Versatile engineers over highly specialised individuals
Los retrasos en la implementación de funcionalidades suelen ser resultado de malentendidos y descoordinación entre los diferentes perfiles dentro de un equipo de desarrollo. La falta de comunicación puede surgir entre ingenieros de frontend/mobile y backend, y se puede ver agravada si los ingenieros no se sumergen en el diseño antes de la programación. Además, pueden surgir decisiones subóptimas cuando los ingenieros carecen del contexto de negocio y no pueden discernir si es necesario realizar un lanzamiento rápido para validación o si es más adecuado construir una solución robusta y completa.
Observamos que nuestros equipos más eficientes eran aquellos compuestos por ingenieros capaces de trabajar en diversas partes de una funcionalidad, desde el frontend o mobile hasta el back-end. La versatilidad de un ingeniero full-stack es extremadamente valiosa. Si tu equipo carece de estos perfiles, forma a tus ingenieros existentes para que se conviertan en "mini full-stack". Para lograr esto, puedes enseñarles principios de diseño que les permitan tomar decisiones autónomas, asignarles tareas de front-end o back-end para ampliar su experiencia, y enseñarles a gestionar proyectos de menor escala. De esta manera, podrás fomentar un equipo versátil que puede trabajar de manera más eficaz y coordinada.
Adding value to our product over adding value to our tech stack
No hay duda de que la tecnología es un pilar fundamental en cualquier startup. Sin embargo, en las primeras etapas de la mayoría de estas empresas, la prioridad no suele ser la adopción de la última tecnología. En su lugar, las startups se centran en desarrollar la lógica de negocio CRUD y frontales relativamente sencillos, donde la selección de la tecnología no es el factor decisivo. En este escenario, la contribución más valiosa que los ingenieros pueden aportar no está en la mejora del stack tecnológico, sino en aportar valor tangible al producto y a nuestros clientes.
Como os cuento en el segundo ejemplo inicial, los desafíos surgen cuando los ingenieros en los equipos se inclinan más hacia lo técnico, a veces pasando por alto las necesidades del producto y del negocio. Esta brecha genera retrasos y tensiones, y puede distanciar a los ingenieros de los objetivos de la startup. Para evitarlo, es esencial invertir tiempo en educar a los ingenieros sobre la visión de producto y las necesidades de la empresa. Este enfoque colaborativo puede ayudar a cambiar la mentalidad de "tecnología primero" a "producto primero".
Además, establecer acuerdos claros sobre cómo se invertirá en tecnología a corto y medio plazo puede alinear mejor las expectativas y los esfuerzos del equipo de ingeniería con las metas de la startup. Esto no significa abandonar las mejoras tecnológicas, sino priorizarlas adecuadamente en relación con las necesidades de negocio, asegurando que cualquier inversión en tecnología también traiga beneficios directos al producto y al usuario final.
Rock solid over Rock star
Los equipos de producto desgraciadamente invierten una gran cantidad de tiempo en rectificar malentendidos y fallos de implementación. La eficiencia del equipo mejora drásticamente cuando te encuentras con ingenieros a quienes puedes proporcionar una definición de alto nivel, y son capaces de desglosarla y programarla sin errores. ¡El trabajo con estos ingenieros es muy gratificante! Un equipo de producto progresa mucho más rápido cuando puedes confiar en sus ingenieros porque siguen las mejores prácticas, en lugar de tener que establecer múltiples procesos y reuniones para supervisar la calidad en cada punto.
Es fundamental trabajar conjuntamente con tu Engineering Manager y tu equipo de ingenieros para asegurar que todos comprenden el potencial de tener un equipo sólido y consistente. Por lo tanto, mi consejo es que inviertas tiempo en formación y alineación, reforzando la importancia de las mejores prácticas y el valor de la meticulosidad. Pero a la vez, marca claramente los límites de lo que se considera aceptable y lo que no.
In production over "my part is done"
Para que podamos iterar rápidamente nuestro producto, aprender y aportar valor a nuestros clientes, debemos estar constantemente subiendo las mejoras a producción. Los ingenieros, por supuesto, juegan un papel clave en este proceso. Sin embargo, una de las frustraciones más comunes surge cuando los desarrolladores adoptan un enfoque de "mi parte está terminada, solo falta que la otra parte termine", creando un juego de ping-pong de problemas.
Esta mentalidad no solo obstaculiza el proceso de subir a producción, sino que también erosiona el sentido de responsabilidad y cooperación dentro del equipo. Para evitar esto, es crucial que nuestros ingenieros asuman la responsabilidad completa sobre las funcionalidades que están desarrollando. Deben sentirse personalmente responsables de llevar estas funcionalidades a producción. La meta debe ser clara y simple: llevar la funcionalidad a producción lo más pronto posible.
Y como punto extra, estar en producción significa tener métricas para saber cuánto se está usando la nueva funcionalidad o si el cambio está mejorando la métrica que tenemos como objetivo. Ya puestos, ¿por qué no pedirles a los propios Product Engineers que actualicen las métricas al equipo tras unos días?
Problem solvers over problem raisers
Nuestro último valor se centra en fomentar un equipo proactivo. Queremos ingenieros que no sólo identifiquen problemas, sino que capaces de proponer y trabajar en soluciones realistas y efectivas.
Esos problemas pueden ser técnicos, pero también pueden ser de producto o de negocio. Lo ideal es conseguir que los ingenieros se acerquen tanto al producto, a los usuarios y al negocio que sean ellos los que traigan problemas y soluciones. Cuanto más cercanos estén tecnología y negocio, más ideas fluirán.
Eso nos sucedió a nosotros con unos cuantos Product Engineers. Hablaban frecuentemente con los equipos de operaciones sin intermediación del Product Manager o Designer, capturando feedback, problemas e ideas. Estos ingenieros directamente creaban user stories con la solución propuesta, o si realmente era algo muy pequeño, lo programaban directamente. ¡Os podéis imaginar la velocidad de mejora que teníamos!
Conclusión
Como puedes ver, los ingenieros de producto son mucho más que desarrolladores; son colaboradores activos y esenciales en el proceso de desarrollo de producto. Si conseguimos tener esta mentalidad en nuestros equipos, avanzaremos más rápido y eficientemente, con más foco en el producto, con muchos menos errores, con los ingenieros responsabilizándose de la entrega y de plantear soluciones a cualquier problema que vean.
Desde el área de producto, poseemos la capacidad y la responsabilidad de fomentar que la mayoría de nuestros perfiles técnicos se transformen en Product Engineers. Los líderes técnicos serán nuestros principales aliados en este cambio de enfoque, en esta adopción de una mentalidad de producto que aspiramos a infundir en todo el equipo. Este cambio no será sencillo: puede requerir la salida de algunos ingenieros y podríamos tardar varios meses en alcanzar un punto de confort, pero la recompensa final será inmensa. Nos permitirá contar con un equipo verdaderamente empoderado. ¡Tomemos la iniciativa y formemos a más Product Engineers!
¡Interesante artículo, Javier! Realmente enfatiza la importancia de los Product Engineers en la cultura de producto de las startups.
En nuestra plataforma, DamePrompts.com, nos hemos dado cuenta de cómo el buen diseño del prompt puede influir en la eficacia de los escritores y cómo la inteligencia artificial puede mejorar la toma de decisiones en los negocios.
La tecnología y el negocio se entrelazan cada vez más...